Qué pasa cuando te das cuenta de que la simpleza es demasiado complicada...
¿Qué haces?
En la última semana se me ha venido abajo todo lo que he venido construyendo desde poco después de mudarme a esta gran ciudad, llamada Barcelona.
6 meses intentando algo que nunca llegó a empezar, pero que por el contrario si tiene fín.
Digamos que se me cayó el mundo al suelo. ¿Y qué haces? ¿Tiras la toalla? Pensando sólo en esto, no debería...pero son tantas cosas...
Gran ciudad llamada Barcelona, con grandes personas que son pequeñas mentirosas...soy demasiado buena y hay demasiados buitres deseando aprovecharse, o quizá es que simplemente estaba acostumbrada a mamá y no veía como era la gente hasta ahora que estoy sola...y no estoy preparada.
Tantas personas he conocido, tantas...y sólo puedo confíar en una. Verdaderamente triste, demasiada hipocresía y creo que soy alérgica.
Ya nada me hace ilusión, ya nada me mueve ni me motiva, ya no trabajo agusto, ya me da igual el sueldo a final de mes, ya me da igual todo...hasta sonreír. ¿Y por qué? Albert Camus y su filosofía del absurdo; la vida es algo insignificante, no tiene más valor que el que nosotros le damos, más complicación que la que nosotros le ponemos. No nos gusta vivir de fácil, nos gusta complicarnos y ser egoístas, sobre todo, ser egoístas. Miramos por nosotros mismos y qué importa lo que cause en los demás..bah!
Es por eso que me pasa esto:
18 de Agosto a la 1:18h: Quiero volver a casa cuanto antes.
18 de Agosto a la 1:20h: Tengo que quedarme en Barcelona, no puedo tirar todo por la borda.
No quiero volver a Sevilla, tampoco quedarme en Barcelona. No quiero salir de casa y tampoco quedarme en ella. Estoy en un estado de apatía profunda.
Porqué es tan complicado algo tan simple como pararme a pensar y saber qué quiero...
Porque la simpleza es complicada, porque Camus es Dios y porque la filosofía del absurdo somos nosotros mismos.
