"Dedicado a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales"
Albert Espinosa.

Vistas de página en total

lunes, 1 de noviembre de 2021

Reforma ✨

Hace unos seis años que no publico una entrada en este blog, y hace algo más de diez que fue creado.

Siempre amé escribir, durante cinco años fui publicando cada X meses una entrada que me conectaba directamente y sin darme cuenta con mi yo interior. A veces eran estados de ánimo, a veces sueños, a veces historias locas que se me ocurrían. Lo que se ve muy claro, si a alguno le da por curiosear a mi antigua yo, es que todas y cada una de las entradas publicadas denotan tintes amargos, tristes, dramáticos...incluso cuando pretendía escribir algo alegre.

De repente un día, sin más, dejé de escribir. Casi más bien de publicar porque tengo bastantes borradores, aunque también fueron cada vez más y más escasos. Esa Alba diría que no sabe lo que sucedió, pero han pasado unos cuantos años y la que hoy escribe esto, lo sabe perfectamente.

Remontándome a mis primeros años como escritora blogger, era una adolescente que acababa de dejar atrás una -larga, si me permiten el apunte- etapa de su vida muy problemática; ocupó toda mi infancia y parte de mi adolescencia. Tenía mil traumas que no sabía que tenía; algunos de ellos aún siguen conmigo a día de hoy, y todo eso inconscientemente se veía reflejado en mi escritura. 

A mis casi dieciocho años aparecí por aquí. A los dieciocho y un punto, tenía el carnet de conducir, me había independizado y estaba convencida de que toda la basura que había vivido "de pequeña" (como si ya fuese muy mayor), no me afectaba para nada. Pero entonces, ya en el mundo real y a 1200km de casa, empezaron las relaciones socioafectivas truncadas. Una, otra, otra...y yo escribiendo dramas sin ton ni son.

Después de varias de estas, y me refiero a todo tipo de relaciones; laborales, amistosas, amorosas, incluso con mi propia salud...me di cuenta de que algo estaba fallando.

Se sentía extraño, era como si yo no fuese yo, o mejor dicho, no pudiera serlo. Digamos que tenía una forma de pensar y sentir totalmente diferentes a mi comportamiento. Quería ser amable y me veía siendo borde; quería ser buena persona y me veía manipulando (sin querer) a los demás; quería bailar, cantar y reír y me veía sentada y callada; quería ser cariñosa y cercana y me veía inmóvil, sin poder tocar a nadie y siendo un insecto palo cuando me tocaban.

La confusión que sentí en aquel momento es casi imposible de explicar pero estoy segura  de que muchos habréis pasado por esto de una forma u otra. Ahí, y también sin saberlo, comenzó mi sanación. Ese fue el primer paso; darme cuenta de que la Alba que mostraba no se correspondía con la Alba que sentía que era. El siguiente paso fue preguntarme porqué. Obvio no encontré respuesta en el momento, pero a base de preguntas llegué a averiguar que en realidad sí, que mi pasado me afectaba y me había dejado hecha polvo. Que tenía una niña interior asustada y dolida que estaba siempre a la defensiva y que aunque yo era -soy- una fuente de amor, la que se relacionaba con los demás era esa niña traumatizada.

No penséis que ahí acabó todo. Sé bien que la psicología nos invita a todos a abrazar a ese niño interior y sanarlo, y que lo lees y lo ves por todas partes, que todo el mundo te lo dice pero... ¿cómo cojones se hace eso? -con perdón-. Por este motivo estoy aquí, desempolvando mi blog. Porque después de seis años estudiándome sin parar, rascando y rascando en mis adentros, he averiguado como hacerlo y quiero contároslo.

Quiero hacerlo porque creo que puedo a ayudar a algunas personas que están pasando por lo mismo que yo y forma parte de mi esencia ayudar en lo que esté en mi mano. Creo también que puedo hacerlo porque no soy psicóloga, soy una persona de a pie como cualquiera de vosotros, que siente lo mismo que vosotros y sobre todo, porque he aprendido muchas cosas pero aún estoy en el proceso. No soy una gurú, soy una acompañante.

Tengo mis mentores; los cuales mencionaré más adelante; y he leído mucha autoayuda, pero jamás he dado con una persona que intente acompañarme sin haber sanado aún todos sus traumas. Ojo, no digo que no exista porque es probable que sí, pero digo que nunca ha llegado a mí, y que quizá me hubiese venido bien alguien que aún estuviese afrontando cosas y me las explicara bajo ese punto de vista en lugar desde el de haber resuelto ya todos sus problemas, así que yo quiero llegar a vosotros desde ese punto. Mi propuesta es algo peculiar, pero creo que la empatía de un todavía insano que te acompaña, puede ser diferente a la de un ya sano que te guía. No digo mejor ni peor, pero si diferente y creo que hay espacio para ambas. 

Mi plan es iros explicando todo mi proceso hasta llegar al día de hoy, con todo lo que ya sé y he sanado, lo que ya sé pero aún no he sanado y llegados a ese punto, lo que vaya aprendiendo y sanando en mi día a día. Estaré encantada de que me habléis, me preguntéis, incluso que me insultéis jajaja (spoiler: esto lo estoy aprendiendo ahora; el sentirme válida aún cuando no lo sea para los demás).

Como curiosidad, muchas personas muy cercanas a mí van a conocerme por lo que escriba aquí; papá...mamá...hermanos, familia, exes, amigos...bienvenidos.

Ojalá muchos queráis acompañarme y ser acompañados por mí en vuestro autodescubrimiento y sanación, desde ya os digo que es un camino duro, pero muy, muy gratificante. 

Nos leemos en la siguiente entrada. 😉